Esta imagen la vi en una muestra sobre Mario Roberto Álvarez y Clorindo Testa, en el Museo de Arquitectura y Diseño de la ciudad de Buenos Aires en Argentina.

En él se plantea, con un irónico sentido del humor  y al estilo de los años ’40 -’50, la inconsistencia de NO RECURRIR a un arquitecto cuando debemos construir una casa, pero SI RECURRIMOS a un dentista, cuando tenemos un dolor de muela.

Esto me trajo el recuerdo de una vieja frase que a fines de los ’80 utilizábamos en un equipo de trabajo: “…de personal y medicina, todo el mundo opina…”

Es obvio que se ha avanzado y mucho, desde los ’40 / ’50 hasta el día de hoy sobre todo cuando de construir una casa se trata.  Sin embargo, cuando se trata de temas de “recursos humanos”, esta mirada de no recurrir a los especialistas sigue aún bastante vigente, y no sólo en pequeñas o medianas organizaciones, creo que en las líneas medias de las más grandes y complejas organizaciones aún hay quienes suelen pensar que tienen respuesta para todo o, lo que es peor, que nada puede hacerse.

Estimo que “el remedio” está en mano de los propios especialistas en recursos humanos; actuando profesionalmente y generando resultados. Así, con el tiempo, seremos los “arquitectos” de la gestión en las organizaciones.

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